Aunque hace años en Europa hay una gran cantidad de migrantes que se mueven por los bordes intentando encontrar seguridad, a causa del conflicto en Siria, este año el aumento de migrantes que cruzan el mar mediterráneo ha sido abrumador (522,124 migrantes. El doble del promedio “normal”).
Muchos han muerto intentándolo, y otros, aunque lo han logrado, se han arriesgado ha dejar todo de lado (incluso su dignidad humana). Y aunque han dejado mucho atrás, hay quienes se han negado a abandonas lo más preciado: sus amadas mascotas. Estas personas evacuando zonas de guerra con sus familiares y animales, han pasado a ser leyenda; han pasado a la historia por su valentía, su dolor y su entrega hacia otros seres que tampoco merecen una vida injusta.
Estas conmovedoras imágenes de aquellas personas que perdieron todo pero no dejaron detrás a sus mascotas, están tocando el corazón del mundo entero. No solo porque es increíble, sino porque son escenas maravillosas que prueban el más puro amor que surge de un ser humano y su mascota. Algunas de estas historias llegaron a un final feliz, otras por el contrario, han tenido desenlaces indefinidos. Pero todas, absolutamente todas, nos han intrigado (porque queremos ayudar) y atrapado (porque son realmente conmovedoras)
Migrante afgano que fue visto con su perro en la Isla Lesbos:
“¿Alguien sabe qué pasó con este niño?”, alguien preguntó en Facebook al publicar una foto de este pequeño y su gato blanco.
También han preguntado por ellos. Dos sirios que fueron vistos con su mascota Johnny. En la imagen dice: “Rogamos porque estén en un lugar seguro. Ellos dijeron que sin importar lo que pasara, jamás dejarían a su compañero atrás”.
Un padre y su hija atravesaron fronteras hasta llegar a Austria. Nunca se separaron de su gato enfermo y hoy está en excelentes condiciones de salud.
Sirka Farah encontró a este gato (Jackom) que necesitaba ayuda. Estuvieron todo el camino juntos desde Celju hasta Austria.
Este hombre llevó a su amado gato (Zaytouna) hasta Grecia. Él cruzó el mar meditarráneo y nunca dejó a su pequeño gato de lado. Después de todo, ambos llegaron sanos y salvos a la Isla Lesbos.
Este niño de 17 años caminó más de 482 kilómetros cargando a su pequeño perro:
Otro refugiado sirio que no pudo dejar de lado a su perro.
Este joven de 25 años llamado Omer, ha recorrido miles de kilómetros con su pequeño gato Johnny. Casi todo el viaje lo ha hecho a pie y a pesar de tener muy pocas posesiones, se las ha arreglado por mantener sano y vivo a su fiel compañero.
Original: upsocl.com
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